miércoles, 3 de octubre de 2012

EL EMBARAZO Y LAS ENCIAS


Las encías se inflaman y tienden a sangrar con facilidad durante el embarazo debido a las hormonas, del mismo modo que sucede con las membranas mucosas nasales, lo cual suele producir hemorragias nasales frecuentes.
Las mismas hormonas del embarazo hacen que las encías sean más propensas a acumular sarro y bacterias, por lo que una frecuente y correcta higiene dental se hace especialmente necesaria durante estos meses si no queremos que la situación empeore. Es muy habitual que las encías sangren en poca cantidad durante el cepillado de dientes o tras el paso del hilo dental.
Debemos prestar especial atención a unas encías enrojecidas, abultadas, doloridas y sangrantes en exceso, ya que podrían ser signo de gingivitis la cual, sin recibir el tratamiento adecuado, podría derivar en periodontitis.
Estas complicaciones de las encías podrían desencadenar un parto prematuro si no son tratadas del modo correcto y a tiempo, por lo que se hace precisa una visita al especialista. Otro argumento importante para mantener unas encías sanas es que los problemas periodontales también podrían hacer que la mujer tenga un bebé de poco peso.
Y, ya hablando de la madre, otra razón para cuidarse la boca es que los dientes tienden a aflojarse en sus alveolos durante el embarazo, por lo que no querremos que el dicho de que “una mujer pierde un diente con cada hijo” se cumpla.
Es fácil prevenir, y manteniendo una higiene bucal correcta y frecuente y haciéndose las revisiones periódicas en la consulta del dentista evitaremos complicaciones mayores que puedan afectar a las encías durante el embarazo.
La gingivitis, una afección frecuente durante el embarazo, es una forma de enfermedad periodontal que conlleva inflamación y sangrado de las encías, debido a la infección que destruyen los tejidos de soporte de los dientes (encías, ligamentos periodontales y hueso alveolar).
La gingivitis se debe a los efectos a largo plazo de los depósitos de placa, y más del 50% de todas las mujeres embarazadas experimentan alguna forma de gingivitis del embarazo. Usualmente la gingivitis no trae aparejado riesgo alguno, a menos que no se la trate a tiempo.
Hay que cuidar mucho la prevención y tratamiento de esta infección, porque en el caso de complicarse, los problemas periodentales podrían dar lugar a un parto prematuro.
Hay varias razones que hacen que la gingivitis sea tan frecuente durante el embarazo :
  • El incremento del flujo sanguíneo que se produce durante le embarazo es el causante de que las encías se inflamen y duelan, e incluso que sangren, aumentando el riesgo de padecer gingivitis.
  • También juega un papel importante el el riesgo de desarrollar gingivitis durante el embarazo el aumento de los niveles hormonales en esta etapa: las encías y los dientes se vuelven más sensibles a las bacterias que se ocultan en la placa.
  • Un factor menos relevante (y que no en todos los casos está implicado) serían las náuseas durante el embarazo, que podrían provocar en algunas mujeres la aversión hacia la pasta dental o a una higiene profunda de la boca, ya que le provocaría vómitos.
  • En el caso de que las náuseas vayan acompañadas de vómitos, el incremento de los vómitos durante el embarazo también puede perjudicar las encías. Ello es debido a que el ácido estomacal del vómito podría llegar a carcomer el tejido de las encías y el esmalte de los dientes, haciendo que la boca se vuelva mucho más sensible.
  • La congestión nasal que durante el embarazo puede provocar el exceso hormonal que inflama las mucosas nasales podría conllevar una respiración frecuente por la boca. La respiración oral habitual aumenta el riesgo de gingivitis y de caries.
Como prevención de la gingivitis seguiremos una correcta higiene bucal, con cepillado de dientes tras cada comida, uso de hilo dental, enjuagues bucales, visita regular al dentista e incluso alguna limpieza de boca. También se deben evitar los alimentos que contengan azúcar refinada en grandes cantidades, y en cualquier caso lavarse los dientes inmediatamente después de consumirlos.
De estos modos frenaremos la acumulación de placa y de sarro y prevenimos la aparición de gingivitis.
Los síntomas de gingivitis se localizan en las encías, que aparecerán sensibles o inflamadas, enrojecidas o de color rojo-violáceo, o muy brillantes. También hemorragias frecuentes tras cepillarse los dientes o pasarse el hilo dental. Llagas en la boca y un sabor desagradable que no desaparece también podrían ser síntomas. Hay que acudir al especialista en estos casos para un correcto diagnóstico.
Si ya tenemos gingivitis, el mejor tratamiento para curar la enfermedad de las encías sería realizarse una limpieza bucal completa en el consultorio del dentista, aparte de seguir una correcta y frecuente higiene bucal. La gingivitis avanzada también podría llegar a requerir una técnica de limpieza especial, como el alisado radicular, proceso durante el cual se remueve completamente la placa presente en las raíces de los dientes.
En cualquier caso, recordemos que con las pautas citadas anteriormente la gingivitis durante el embarazo es muy fácil de prevenir, y nos ahorraremos preocupaciones y complicaciones innecesarias en estos momentos tan importantes para nuestra salud.

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